Un Blog de Elizabeth Conte Chassin-Trubert

jueves, 26 de julio de 2012

BARUCH SPINOZA



BARUCH  SPINOZA



Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Leiden,  1606 – Ámsterdam, 1669). Pintor y grabador holandés. El filósofo en meditación, 1632.



Bruma de oro, el Occidente alumbra
la ventana. El asiduo manuscrito
aguarda, ya cargado de infinito.
Alguien construye a Dios en la penumbra.
Un hombre engendra a Dios. Es un judío
de tristes ojos y de piel cetrina;
lo lleva el tiempo como lleva el río
una hoja en el agua que declina.
No importa. El hechicero insiste y labra
a Dios con geometría delicada;
desde su enfermedad, desde su nada,
sigue erigiendo a Dios con la palabra.
El más pródigo amor le fue otorgado,
el amor que no espera ser amado.



De: La moneda de hierro (1976)



Jorge Luis Borges

EL ALQUIMISTA




EL ALQUIMISTA


Thomas Wyck (1616-1677). Pintor holandés. 



Lento en el alba un joven que han gastado
la larga reflexión y las avaras
vigilias considera ensimismado
los insomnes braseros y alquitaras.

Sabe que el oro, ese Proteo, acecha
bajo cualquier azar, como el destino;
sabe que está en el polvo del camino,
en el arco, en el brazo y en la flecha.

En su oscura visión de un ser secreto
que se oculta en el astro y en el lodo,
late aquel otro sueño de que todo
es agua, que vio Tales de Mileto.

Otra visión habrá; la de un eterno
Dios cuya ubicua faz es cada cosa,
que explicará el geométrico Spinoza
en un libro más arduo que el Averno…

En los vastos confines orientales
del azul palidecen los planetas,
el alquimista piensa en las secretas
leyes que unen planetas y metales.

Y mientras cree tocar enardecido
el oro aquel que matará la Muerte,
Dios, que sabe de alquimia, lo convierte
en polvo, en nadie, en nada y en olvido.



De: El otro, el mismo (1964)



Jorge Luis Borges

domingo, 22 de julio de 2012

CERCANÍAS



CERCANÍAS

Alexis Pérez Luna (1949). Fotógrafo venezolano


Los patios y su antigua certidumbre,
los patios cimentados
en la tierra y el cielo.
Las ventanas con reja
desde la cual la calle
se vuelve familiar como una lámpara.
Las alcobas profundas
donde arde en quieta llama la caoba
y el espejo de tenues resplandores
es como un remanso en la sombra.
Las encrucijadas oscuras
que lancean cuatro infinitas distancias
en arrabales de silencio.
He nombrado los sitios
donde se desparrama la ternura
y estoy solo y conmigo.



De: Fervor de Buenos Aires (1923)



Jorge Luis Borges

sábado, 21 de julio de 2012

AFTERGLOW



AFTERGLOW


Xavi Fuentes (1977). Fotógrafo español.



Siempre es conmovedor el ocaso
por indigente o charro que sea,
pero más conmovedor todavía
es aquel brillo desesperado y final
que herrumbra la llanura
cuando el sol último se ha hundido.
Nos duele sostener esa luz tirante y distinta,
esa alucinación que impone al espacio
el unánime miedo de la sombra
y que cesa de golpe
cuando notamos su falsía,
como cesan los sueños
cuando sabemos que soñamos.




De: Fervor de Buenos Aires, 1923



Jorge Luis Borges
(1899-1986). Poeta argentino.


domingo, 15 de julio de 2012

JORGE LUIS BORGES







“Yo no sé si hay alguna diferencia esencial entre la poesía y la prosa. Salvo, bueno, según Stevenson lo que llamamos prosa es la forma más difícil de la poesía. No hay literatura sin poesía, aun la literatura, bueno, digamos, de los pieles rojas o los esquimales o de tribus bárbaras; siempre hay poesía. Pero hay literaturas que no llegaron nunca a la prosa. Por ejemplo, en la Universidad, en el cincuenta y cinco, empezamos a estudiar inglés antiguo: anglosajón; y no tardé en descubrir que los sajones habían escrito admirable poesía épica y elegíaca en anglosajón. Pero, en el curso de los  cinco siglos que dominaron a Inglaterra, no escribieron una sola buena página en prosa. Es decir, la prosa vendría a ser una forma tardía y compleja de la poesía. Ahora, mucha gente piensa lo contrario; supone que la prosa es más fácil, pero eso está dicho por personas que no tienen oído, que no se dan cuenta de que lo que llaman prosa es meramente cacofónico, sí. Una explicación—que es la que da Stevenson—es ésta: dice Stevenson que si uno ha logrado una unidad métrica, por ejemplo, digamos, un verso endecasílabo, un verso octosílabo de los que escriben los payadores, un verso alejandrino; si no un verso aliterado—eso correspondería a la poesía germánica—; o un verso en el que cuentan las sílabas largas y breves: el hexámetro de los griegos y de los romanos…uno tiene simplemente que repetir esa unidad y ya tiene el poema, ¿no?, es decir, si usted tiene un endecasílabo, bueno, usted logra trece más, y si están rimados como tienen que estar, ya tiene el soneto hecho. En cambio, en la prosa, usted tiene que inventar continuamente variaciones, y esas variaciones tienen que ser a la vez inesperadas y gratas. Es decir, si usted ha escrito: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, eso no le da ningún medio para seguir, ya que usted no puede repetir esa línea. En cambio, si usted escribe :”Corrientes, aguas puras cristalinas”, luego, eso ya le da una unidad , y basta con repetirla ¿no?. Y en prosa usted  tiene que cambiar las unidades, y esas unidades tienen que ser inesperadas y al mismo tiempo gratas. Es decir, que la prosa vendría a ser, como dije hace rato, la forma más difícil de la poesía. Ahora, claro que las palabras poético y prosaico tienen otro sentido; se entiende que lo prosaico es lo común, lo cotidiano, y que lo poético es lo extraordinario, lo sensible. Pero, quizá sea un error, quizá, como he dicho en otra ocasión, para un verdadero poeta todo momento sería poético, y nada sería prosaico (en el sentido peyorativo de la palabra prosaico), que nada tiene que ver con el arte de la prosa".



Texto tomado del libro: En Diálogo I con Oswaldo Ferrari  

Jorge Luis Borges

EL MAR



EL MAR


Hengki Koentjoro (1964). Fotógrafo indonesio.



     Antes que el sueño (o el terror) tejiera
     mitologías y cosmogonías,
     antes que el tiempo se acuñara en días,
     el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
     ¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
     y antiguo ser que roe los pilares
     de la tierra y es uno y muchos  mares
     y abismo y resplandor y azar y viento?
     Quien lo mira lo ve por vez primera,
     siempre. Con el asombro que las cosas
     elementales dejan, las hermosas
     tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
     ¿Quién es el mar, quién soy yo? Lo sabré el día
     ulterior que sucede a la agonía.



De: El otro, el mismo, 1964



Jorge Luis Borges

viernes, 13 de julio de 2012

HIMNO






HIMNO

Oscar-Claude Monet (París,  1840 - Giverny 1926  ). Pintor francés. Mujer en el jardín, 1867.


Esta mañana
hay en el aire la increíble fragancia
de las rosas del Paraíso.
En la margen del Éufrates
Adán descubre la frescura del agua.
Una lluvia de oro cae del cielo;
es el amor de Zeus.
Salta del mar un pez
y un hombre de Agrigento recordará
haber sido ese pez.
En la caverna cuyo nombre será Altamira
una mano sin cara traza la curva
de un lomo de bisonte.
La lenta mano de Virgilio acaricia
la seda que trajeron
del reino del Emperador Amarillo
las caravanas y las naves.
El primer ruiseñor canta en Hungría.
Jesús ve en la moneda el perfil de César.
Pitágoras revela a sus griegos
que la forma del tiempo es la del círculo.
En una isla del Océano
los lebreles de plata persiguen a los ciervos de oro.
En un yunque forjan la espada
que será fiel a Sigurd.
Whitman canta en Manhattan.
Homero nace en siete ciudades.
Una doncella acaba de apresar
al unicornio blanco
Todo el pasado vuelve como una ola
y esas antiguas cosas recurren
porque una mujer te ha besado.



De: La cifra, 1981



Jorge Luis Borges